Terapia ocupacional infantil - Centro Hitos Coruña

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Terapia asistida con animales

En Hitos contamos con un equipo de terapia asistida con animales formado por perros y caballos. Nuestros compañeros favorecen la motivación e implicación en las sesiones, ayudándonos a mejorar las habilidades cognitivas, físicas, sensoriales, emocionales y sociales de los niños. El vínculo que se crea entre ellos tiene efectos beneficiosos sobre la calidad de vida, la autoeficacia y las estrategias de afrontamiento.

Terapias asistidas con perros

Beneficios de las intervenciones con perros

  • Transfiere su calor corporal al los niños cuando están en contacto. La temperatura del perro es de 39°C, lo que  produce una relajación de la musculatura cuando lo abrazamos o está pegado a nuestro cuerpo.
  • La presencia del perro hace que nuestra presión arterial disminuya, lo que favorece la relajación y el rendimiento del sistema circulatorio.
  • El cambio de rol de “ser cuidado” a “ser el cuidador” fomenta la autoestima y la autoconfianza, además motiva a los niños durante las sesiones y en la participación de las actividades diarias.
  • La autoestima se refuerza a medida que los pequeños van creando un vínculo seguro y de confianza y aprendiendo a llevar a cabo las actividades relacionadas con el cuidado y educación/adiestramiento del perro.

Terapias asistidas con caballos

Beneficios de las intervenciones con caballos

  • El caballo transfiere su calor corporal al niño que lo monta. En reposo la temperatura del caballo es de 37°C y en movimiento de 39°C, este aumento de temperatura produce una relajación generalizada de la musculatura, llegando al plano profundo de la misma. Esto favorece que se perciban diferentes estímulos que pueden proceder del entorno o podemos provocar nosotros.
  • Transmisión de impulsos rítmicos que producen un movimiento rítmico en la pelvis del «jinete» que se propaga hasta su cabeza.    
  • El paso del caballo transfiere a la pelvis del niño un movimiento tridimensional similar al patrón de locomoción, movimiento que se realiza cuando estamos caminando.
  • El cambio de rol de “ser cuidado” a “ser el cuidador” del caballo aumenta la autoestima y la confianza en sí mismo, además fomenta la motivación en la terapia y en la participación de las actividades diarias.
  • La autoestima se refuerza a medida que el niño va aprendiendo a llevar a cabo las actividades relacionadas con el cuidado y manejo del caballo. Además el animal no juzga, por lo que los niños pueden ser ellos mismas con el caballo.  

Cuando los niños se ven privados de participar y compartir experiencias, juegos y actividades con iguales al aire libre, la práctica de estas terapias es beneficiosa y llega a adquirir un significado especial para ellos. Es por ello que se debe desarrollar en entornos naturales y preferiblemente al aire libre, lo que disminuye la percepción de participar en una terapia.