Hiperreactividad sensorial

niño

La Integración Sensorial se refiere al proceso neurológico que permite al cerebro recibir, interpretar y responder de manera adecuada a la información sensorial proveniente del cuerpo y del entorno.

El sistema vestibular es unos de los 7 sistemas sensoriales. Se encarga de proporcionar información sobre el movimiento del cuerpo en el espacio y la gravedad. Este sistema contribuye significativamente al equilibrio, la coordinación motora y la capacidad para mantener la postura adecuada. Está ubicado en el oído interno y se compone de varias estructuras, siendo los canales semicirculares y los otolitos las partes principales.

¿Pero por qué es tan importante este sistema?

El sistema vestibular, además de aportar información sobre el movimiento y la gravedad, funciona como filtro de los estímulos que simultáneamente nos llegan, pero que no son relevantes para la  situación. Mediante la activación de los inhibidores neurológicos somos capaces de mantener nuestro estado de alerta regulado, dando respuestas adecuadas a las necesidades del entorno.

La hiperreactividad sensorial es una respuesta intensificada a estímulos sensoriales del entorno. Se puede deber a un mayor registro o una mayor sensibilidad a determinados estímulos, como luces brillantes, sonidos fuertes, olores intensos, texturas específicas, entre otros.

En el caso de la hiperreactividad sensorial, un individuo puede reaccionar de manera más intensa o molesta a estímulos que la mayoría de las personas toleran sin problemas. Por ejemplo, una luz brillante que no incomoda a la mayoría podría resultar abrumadora para alguien con hiperreactividad sensorial. Del mismo modo, sonidos cotidianos, olores comunes o ciertas texturas pueden desencadenar respuestas emocionales o físicas más intensas en aquellos que experimentan hiperreactividad sensorial.

Esto puede manifestarse de diversas maneras, variando según la persona y el tipo de estímulo. Algunos signos comunes de hiperreactividad sensorial pueden incluir irritabilidad, ansiedad, evitación de ciertos entornos o  actividades, respuestas emocionales intensificadas, dificultades para concentrarse y cambios en el comportamiento.

En el contexto de la integración sensorial, la hiperreactividad sensorial es uno de los aspectos que los terapeutas ocupacionales consideran al trabajar con niños que presenten dificultades en el procesamiento sensorial. El enfoque de la integración sensorial de Ayres busca mejorar el procesamiento sensorial evitando que la respuesta a determinados estímulos sea tan polarizada, mejorando así su participación diaria y su calidad de vida.

¿Cómo se trabaja?

La terapia ocupacional basada en el enfoque de la integración sensorial se centra en crear un ambiente de tratamiento que sea gradual, individualizado y respetuoso, permitiendo que el niño  tolere los estímulos sin sentirse abrumado.

A través del juego como herramienta terapéutica, incluimos estímulos propioceptivos y vestibulares principalmente, que nos ayudan a organizar la información y mejorar el estado de alerta, tolerando  la información sensorial que nos abruma.

¿Cómo se ve en los niños la Hiperreactividad?

Cuando el cerebro no es capaz de filtrar algún estímulo que está percibiendo la conducta del niño  se puede malinterpretar con una baja capacidad de atención, irritabilidad, rigidez cognitiva, aislamiento social, hiperactividad…

Una correcta valoración del procesamiento sensorial permitirá definir cuál es la base de las dificultades observables e incidir sobre ellas para mejorar la participación del niño.

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El contenido de estos artículos tiene un propósito puramente informativo y es importante recordar que cada situación es única. Para obtener asesoramiento específico y adaptado a sus necesidades, recomendamos encarecidamente ponerse en contacto con un profesional de nuestro Centro de Terapia Ocupacional Infantil.