Identificando las Necesidades del Niño
El primer paso en la terapia ocupacional infantil es realizar una evaluación exhaustiva para identificar las áreas específicas donde el niño necesita apoyo. Esto puede incluir coordinación motora, habilidades escolares, juego, autocuidado, alimentación y participación social, entre otras.
Estrategias Personalizadas para el Desarrollo
Una vez identificadas las necesidades, el terapeuta ocupacional diseña un plan de intervención personalizado teniendo en cuentas la necesidades y las rutinas familiares. Este plan se basa en el juego, en particular actividades diseñadas para mejorar las habilidades motoras, resolución de problemas y fomentar la independencia, partiendo de la motivación intrínseca y las capacidades de cada niño.
La Importancia del Juego en la Terapia
El juego es la base de la terapia infantil, a través de él los niños aprenden y desarrollan habilidades esenciales para su crecimiento y la etapa adulta. Al finalizar con éxito las actividades o juegos y superar los retos propuestos, los niños sienten satisfacción y orgullo, mejorando así su autopercepción. Además, nuestra filosofía de trabajo se basa en el respeto mutuo y en la creación de experiencias positivas que favorecen la la comunicación y asertividad.
Colaboración con Familias y Educadores
La colaboración con las familias y los centros educativos es crucial en la terapia ocupacional infantil. El terapeuta trabaja de cerca con los padres y maestros para garantizar que las estrategias de terapia se integren de manera efectiva en la vida diaria del niño, tanto en el hogar como en la escuela. Además, se dan las estrategias para adaptar el entorno favoreciendo una participación plena.
El Camino Hacia la Independencia y el Éxito
El objetivo último de la terapia ocupacional infantil es empoderar a los niños para que alcancen su máximo potencial. Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también sienta las bases para un futuro más independiente y exitoso.
La terapia infantil no es solo jugar, sino que traslada la evidencia científica a la práctica clínica, para obtener los mejores resultados desde una intervención lúdica.